Durante años, muchas familias en Zona Bananera, Tenerife, Chibolo, El Retén y Pueblo Viejo vivieron sin acceso a un recurso esencial: la energía. La rutina diaria estaba marcada por la oscuridad, la imposibilidad de conservar alimentos, de usar electrodomésticos básicos o de trabajar en condiciones dignas.
Hoy, esa realidad cambió. Gracias al convenio interadministrativo 2021, estas comunidades cuentan con 1134 soluciones fotovoltaicas que brindan energía limpia, constante y sostenible, aprovechando el poder del sol para llegar a cada hogar.
Ahora, los refrigeradores funcionan para conservar sus alimentos, los niños pueden hacer tareas en la noche, los ventiladores refrescan los días más calurosos de la comunidad. Un proyecto lleno de esperanza, equidad y dignidad.
Una muestra, que refleja cuando las instituciones trabajan juntas por el bienestar colectivo, los cambios reales y duraderos sí son posibles.
Iluminamos casas, pero también caminos. Encendimos bombillos, pero sobre todo, encendimos sueños.